Sobre el copago se ha hablado y se hablará...

Últimamente y cada vez más se oye el tema del copago en la sanidad, cuando ésta es y debería ser universal. En teoría podría seguir siendo universal con copago pero explicaré más adelante por qué este medio no es necesario o de serlo, debería ser aplicado tras ciertas reformas que a no pocos incomodarían.

Primero hay que saber que España carece de transparencia en cuanto a salarios de cargos públicos, es el único país de Europa donde no se sabe a ciencia cierta cuántos políticos hay, donde más ayuntamientos por habitante existen y el único donde el jefe de Gobierno  incluye en los PGE (Presupuestos Generales del Estado) el coste de sus vacaciones además de otros dudosos honores.

A pesar de esto, todavía es de los únicos países (aparte de Reino Unido) de la Unión Europea donde el copago no existe (todavía, y veremos).

La sanidad acumula actualmente déficits excesivos de soportar y es normal que se busquen medidas para intentar aplacarlo, pero en realidad esas medidas suelen ir siempre orientadas a quien más difícil lo tendrán para soportar las mismas.

¿Por qué no nos replanteamos el uso de los medicamentos en la sanidad española? Actualmente se de prioridad a los medicamentos genéricos, pero los que no lo son los tiene que pagar el Estado (el 40% o el 100% del mismo), a precios fijados por monopolios farmacéuticos que en la mayoría de los casos no buscan curar con sus medicamentos sino hacerlos dependientes a los pacientes. Así, el déficit de la Sanidad Pública crece más y más.

Para hacerla viable no se propone más que el copago, es decir, pagar por cada servicio médico que se realice.

Quizá se debiera pensar un poco más y tener un poco más de amplitud de miras y fijarse en los métodos de las farmacéuticas y en una clase política acomodada, alejada de sus votantes, que no se preocupa más que en colocar en un puesto de trabajo al novio de la exministra de Igualdad (Bibiana Aído) o en dar subvenciones de 10 millones de euros a la empresa del hijo de Manuel Chaves (Vicepresidente Segundo y expresidente de Andalucía) antes de imponer tasas por el uso de algo que según nuestra Constitución, es un derecho fundamental.