Desde hace no muchos días saltan a las portadas de los periódicos titulares relacionados con los disturbios en Londres y alguna ciudad de Reino Unido tal que Manchester.
Todo comenzó con la muerte de un joven, en un barrio a las afueras de Londres.
Convocados mediante Twitter, Facebook y el chat de BlackBerry empezaron quemando y destrozando tiendas, perjudicando a pequeños comerciantes.
Ayer, además, mataron a tres jóvenes musulmanes y ante el peligro de que estas revueltas se conviertan en un enfrentamiento étnico, que las protestas se extiendan y que estos disturbios perjudiquen a quien no tiene la culpa, el Primer Ministro ha decidido usar cañones de agua, pelotas de goma y sacar al ejército en última instancia, para evitar que estos disturbios se propaguen.
Quizá hasta aquí todo parezca razonable pero es posible que haya algo más, algo de fondo, una causa mediata.
El Reino Unido ha estado sumido en impopulares reformas y recortes sociales, como la subida de las tasas universitarias, la más destacada, que además ha ido a recaer negativamente en la popularidad del viceprimer ministro Nick Clegg y su partido (Partido Liberal Demócrata).
Quizá, con un poco de anchura de miras, se podría uno plantear el motivo de estas revueltas. Quizá no haya una conexión inmediata, pero está claro que la hay sea cual sea. Las reformas anticrisis ya tomadas perjudican, como viene siendo habitual, a quien menos tiene.
Bien dichooooo!! :D
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