domingo, 19 de mayo de 2013

Siria

Hace ya más de dos años que se inició lo que los medios de comunicación occidentales se encargan en llamar "revolución siria", si bien ahora se le denomina más "guerra civil siria".
Empezó con manifestaciones pacíficas, eso sí, por parte de islamistas que consideran al presidente Bashar al-Assad un hereje por pertenecer a la facción alauita del islam. Entre tanto, esas manifestaciones se volvieron cada vez más violentas debido principalmente a la participación de mercenarios extranjeros en ellas con el fin de causar desorden público y obligar el ejército a tomar las calles para proteger a los civiles.

Ahora tenemos por un lado, un grupo muy heterógeneo de mercenarios extranjeros provenientes de países árabes principalmente, a los que los medios de comunicación occidentales tratan de hacer mostrar como "los buenos" de la guerra. Esto es, el Ejército Libre de Siria, que no es ejército (islamistas y no tan islamistas que luchan entre ellos), ni es libre (pues está bajo las órdenes de las petromonarquías árabes y la OTAN) ni tampoco de Siria (pues son casi todo extranjeros), que trata de actuar como la oposición al presidente.

Y por otro lado, tenemos al presidente de Siria, un médico oftalmólogo radicado en Londres que en apenas tres años ascendió de "nada" a coronel. Además de eso, se redujo la edad mínima para ser presidente del país, en aquel momento fijada en 40 años, hasta los 34, que eran los años con los que contaba en señor Bashar en aquel momento. Todo esto se dice, que se hizo para evitar luchas internas por el poder, pues no fue Bashar el sugerido para ocupar la presidencia, sino Basil, fallecido seis años antes en un accidente de tráfico.
Si bien el presidente de Siria fue ratificado como tal en posteriores referendos (en los que solo se podía aceptarlo o rechazarlo) tampoco es que estos se diga que fueron muy "limpios" pues se afirma (aunque con cierta vaguedad) que hubo manipulación.

De todas maneras la constitución del país fue cambiada en 2012. Ahora, aunque quizá entre comillas, se pueda afirmar que el país es totalmente democrático, pues tras la aprobación de la constitución en abril de 2012 hubo elecciones parlamentarias para legitimarla, tras lo cual existe una oposición interna que no pertenece al Partizo Baaz. Además el año que viene, en 2014, tocan elecciones presidenciales en las que se podrán postular varios candidatos.

Y muchos se preguntarán por qué el presidente no ha huido, o más bien por qué sigue ahí tras más de dos años de una guerra a la cual se le es endosada toda culpa. Se dirán algunos que se debe al apoyo por parte del ejército, aunque este es un ejército de reclutas.
A decir verdad el presidente de Siria tiene mucha popularidad entre la población, aunque esta sea circunstancial, pues la oposición interna lo ve como único garante de la unidad siria.

A pesar de lo que muchos puedan pensar, la situación sobre el terreno nunca fue favorable para los "rebeldes". Estos reciben ayuda intermitente por parte de Turquía, Francia, y las monarquías absolutas de la península Arábiga, mientras que por otro lado Siria tiene aliados nada desdeñables, esto es, China, Rusia e Irán, estos dos últimos suministran armas y ayuda humanitaria y militar.
Con esta configuración del tablero, y los constantes y consistentes avances del Ejército Árabe Sirio la victoria está más cerca para un gobierno que, no tan lejos de ser democrático siempre fue legítimo.

Y no se atreverá la OTAN a invadirlo porque sabe lo que hay detrás...

Eso sí, que el presidente de Siria resuelva la situación y se vaya. Siria nunca caerá.

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